La base para este proyecto se estaba gestando hace ya unos años cuando Eva Kaluzova diseñó la tipografía que protagoniza este juego. Eso sí, para elaborar el juego hay que pasar del papel a la pantalla y de allí a las piezas corpóreas de madera, cosa no tan sencilla como podría parecer. La producción de Bautype ha supuesto varios retos técnicos que hemos tenido que ir superando para obtener el juego que algunos ya han tenido la oportunidad de ver físicamente.
randomers. es un pequeño pero valiente estudio creativo, especializado en diseño gráfico, diseño web, branding y estrategias de comunicación. Sobre todo, es un laboratorio de ideas que constantemente desarrolla proyectos internos y Bautype es uno de ellos. No obstante, los juguetes, curiosamente aquello que es para los más pequeños y pudiera parecer más sencillo, es seguramente el mayor desafío para cualquier diseñador en cuanto nos referimos a diseño integral. Especialmente cuando las cosas se quieren hacer bien y de calidad. La certificación técnica para juguetería es la más dura y los padres exigentes no dejan entrar nada que no esté bien acabado y sea útil en sus casas. Por ello el equipo de randomers. ha tenido que emplearse a fondo.
Eva Kaluzova, una vez la tipografía estaba resuelta y ya en plena gestación del juego de tarjetas anexo, realizó varias reconfiguraciones para cuadrar las piezas en número, tamaño y funcionalidad general. En otro artículo os explicaremos más sobre la propia tipografía.
Tras pruebas de corte y pintura, con varias marcas sobre distintos materiales, se empezó a trazar un plan para la elaboración de un prototipo. randomers. dispone de un pequeño y limitado taller multidisciplinar, que es donde se ha ejecutado este trabajo.
A nivel técnico
Para elaborar Bautype con piezas que no puedan astillarse al romperse y, por tanto, puedan ofrecer una seguridad infantil óptima, decidimos usar DM de alta compresión. El DM se corta partiendo de planchas enteras preconfiguradas con un set de piezas, utilizando un láser de corte que ofrece la precisión necesaria. El diseño de los cantos y aristas de las formas geométricas es redondeado para ofrecer formas más seguras evitando los cantos agudos.
Una vez tenemos las piezas cortadas en crudo, hay una fase de lijado a mano en la que extraemos de las piezas el exceso de carbonización que ha producido el corte por láser en sus cantos y damos un último repaso a la calidad en crudo. Así preparamos la superficie para el proceso de pintado. Después hay que preparar un colchón adhesivo para cada pieza, una a una.
El pintado de las piezas es el momento más artesanal y más delicado de todo el proceso. En la búsqueda de materiales adecuados, nos decantamos por una pintura ecológica certificada para uso infantil. Este es un esmalte muy duro de un solo componente. Sus características técnicas hacen que no despida prácticamente ningún vapor orgánico ni sintético tras su disposición y secado. (**AVISO PARA MAMIS Y PAPIS**: Las pinturas comunes frecuentemente van despidiendo componentes en el aire incluso después de secado y curado, generando ambientes más tóxicos). En nuestro caso la pintura puede incluso ir a la boca o ser digerida sin ningún problema de migración de toxicidad para el ser humano, incluso seres humanos pequeñitos 🙂
Tras un calibrado adecuado de la pistola/compresor de aerografía comienza la etapa de pintura por capas. El calibrado es algo que se ha de ir haciendo por intervalos para mantener la cadencia de disparo de pintura y su grano a menos de media micra, para así ofrecer un resultado óptimo y homogéneo en el tiempo. Tras la primera capa, lija y revisión, todo el proceso de pintado y control de calidad del mismo se hace pieza por pieza. Empezamos por los cantos, que es la parte más delicada y difícil y después pasamos a la primera capa de superficie. Normalmente, nuestras piezas, constan de dos capas completas para dar consistencia al color y una pigmentación adecuada. Pigmentación que, en el caso del amarillo, descubrimos que era realmente difícil. Al ser un color con una base de blanco muy tenue presentó problemas de piel de naranja en el color y hubo que resolverlo con un trabajo específico de pintado/revisión exhaustiva. No vamos a decir las horas que ha llevado todo esto, os podéis asustar.
A base de “prueba y error” acabamos desarrollando nuestro propio proceso de fabricación y protocolos que consta en: colocación de piezas iguales en tamaño, pegadas una a una en bandejas que pasan a la mesa de trabajo para ser pintadas y de allí se llevan a las mesas de secado. Después de cada capa se da la vuelta a cada pieza, se procede a la revisión de rebaba y se procede a un posible lijado (este proceso se repite por cada capa de color). Gracias a un plan de acción que contiene tiempos de secado para cada color se ha podido llegar a máxima efectividad en cuanto a tiempos de producción. Es un proceso muy lento y delicado que requiere una buena mano tanto durante el pintado con el aerógrafo, como durante la manipulación de piezas y sobre todo… mucha paciencia y cariño (¡de eso este juego está cargado!) 🙂
Sin embargo, como somos un poco testarudos, ahora tras el Verkami, volveremos a remangarnos para tratar de servir el mayor número de las unidades antes de Navidad (o Reyes). Pronto os hablaremos más sobre en qué se invertirá lo que estáis aportando y cómo todo esto parece que irá mejorando y haciendo crecer el proyecto Bautype.
Somos randomers. y realizamos sueños, con recursos propios, MUCHO trabajo y cariño por lo que hacemos.